viernes, 11 de mayo de 2007

¿Dónde estás, Totó?

Yo quería hablar de esa pequeña alegría a la que llamaremos Dorothy. Pronto iniciará la aventura de abrir su propio bar, El Badulaque, en una línea más golfa que la del Er Güishi. Todos incurriremos, por tanto, en la excitante aventura de la migración nocturnas a deshoras. Será, digámoslo así, el R2D2 de mi garito favorito. Ella, por supuesto, es mi Obi Wan en los secretos de la camarería.

Camarera.- Mujer de más respeto entre las que sirven en las casas principales.

Aunque no sé mucho sobre su vida, Dorothy es una adorable chica mala que se roza el alma por las esquinas, con esa gracia tan de Cádiz que la elevan muy por encima de su estatura aparente. Tiene que dar buenas ostias, la tía.

Sí, este padawan de salón-comedor le debe mucho a esta niña entre asustada y peleona. Me ha enseñado a pensar con el cuerpo, a mirar por la nuca y a escuchar por el rabillo del ojo. Díganme si eso puede aprenderse en cualquier sitio y de cualquier manera. No nos pongamos estupendos, pues el mundo está falto de Yodas que no se lo crean demasiado. Ahora mismo, ya, le ponía yo piso en la Castellana, mayordomo y sirvienta.

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