viernes, 13 de abril de 2007

Serie negra


P. es un distinguido canoso que aún vacila a la treintena con sus camisas estampadas y su ademán entre viril y ecuestre. Tiene porte de capitán de la guardia o de James Bond retrechero, sobre todo cuando apoya los brazos en la barra y deja caer sobre su botellín una sonrisa poco comprometedora. Habla un buen castellano y no es de opinión voluble y excesiva. Las chicas lo miran con curiosidad y ternura, y esto le hace grande en la medida en que no se da importancia ni anota tantos que quizá no quiera marcar. Hace con J. una extraña pareja de golfos apandadores que escapan con el botín de una noche de juerga.

P. podría decir aquello que soltaba Woody Allen en Sueños de un seductor:

- No conozco a ninguna mujer que no conozca el significado de una bala del 45 en el cuerpo.

Y quedarse tan ancho, porque hay que reconocer que la frase, dicha por su boca, sonaría muy convincente.