Tranquilo, fresquito y bien alimentado por este norte donde el mar es un desafío y el verde un regalo que nunca terminamos de recorrer..... echar no echo de menos Madrid-no mucho- pero sí a quienes la habitáis, a esos con quienes he ido conociendo una ciudad, otras gastronomías, otros lenguajes y su significado- aquí las nécoras son andaricas y el rape, pixín.A aquellos con quienes he hablado, discutido, reído, comido y bailado.
El entorno no lo cambio. Cuando vuelvo a casa por la noche veo otros bichos a los que no estoy acostumbrado: martas, luciérnagas y si aún queda un poco de luz: el mar, corzos, vacas y paisanos. Para recordar que el mundo fue otro mucho tiempo-guste a quien guste- éste es el lugar perfecto.
Os dejo una acuarela de Antón Hurtado. Es así de verdad.
Salud.